viernes, 13 de marzo de 2009

Música




Suena la música, la habitación se inunda de melodía, cierro los ojos, mi cuerpo se deja llevar por el ritmo. Mi imaginación me acompaña resignada. Atravieso los muros que me separan del exterior, rompiéndome en mil pedazos. Todos mis sentidos se multiplican permitiéndome saborear los placeres de la vida sin perderme un solo detalle.
Una sobrecarga de tensión emocional ha producido un corto circuito en mi cerebro. El volumen de la música disminuye hasta desaparecer. Los recuerdos se amotinan para recuperar su lugar. Mis sentidos se atrofian y mis placeres llegan a su fin.

5 comentarios:

Juan Duque Oliva dijo...

LAs maravillas que hace la músicas

besos

J.E. Alamo dijo...

No podría vivir sin música, desde el rock al new age. Una melodía para cada estado del alma.

Unknown dijo...

hola milagros

has atrapado un momento sublime que creo nos ocurre a todos oyendo música

yo trasladaría esa emoción a otras aspiraciones de nuestros sentidos y siempre ocurre igual, en el instante supremo el otro yo
nos devuelve a la cruda realidad

un beso
fernando

Felisa Moreno dijo...

Hola Milagros,
Escuchar música es algo mágico, como escribir, cuando realmente estás inspirada y parece que alguien te está dictando las palabras, fluyen sin esfuerzo, creando otros mundos, otras vidas.
Ufffff, que me emociono.

Un beso.

BELMAR dijo...



«Reflejados frente al destino éramos más que una razón de ser.»

BELMAR